A pedir de boca
…entre delicias y festivales
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Además de la belleza de sus calles y entornos, el patrimonio de este Pueblo Mágico incluye su gastronomía, una auténtica cocina poblana con ingredientes autóctonos que reflejan, en cada bocado, su rica historia y herencia.
◖ De aquí surge una de las fiestas más esperadas por todos los que asisten cada año para, literalmente, “chuparse los dedos”: el Festival de la Barbacoa y el Pulque. Dos grandes juntos.
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El Festival de la Barbacoa y el Pulque Chignahuapan se realiza durante toda una semana en el mes de julio, como parte de las Fiestas Patronales de Santiago Apóstol.
Los escenarios pueden cambiar, pero el entusiasmo de la gente permanece inalterable, siempre festiva e incansable.
En su punto
La barbacoa en Chignahuapan se prepara al estilo tradicional, lo que implica cocinarla en un agujero en el suelo. Este se calienta con brasas de leña y se utilizan piedras para alcanzar altas temperaturas durante al menos 8 horas.
Sobre estas piedras se colocan las carnes que deben cocerse, envueltas en hojas de maguey, durante aproximadamente 10 horas o hasta la mañana siguiente.
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◖ El evento, además de delicioso, siempre tiene entretenimiento durante todo el día y para toda la familia, como presentaciones artísticas, musicales y muestras gastronómicas con deliciosos antojitos y platillos regionales.
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Destaca la Muestra Gastronómica del Tlacoyo o la Apertura de la Pulquería y los antojitos que son amenizados con grupos musicales. Grandes y chicos aman el torneo de rayuela, la tradicional cabalgata-procesión con la imagen de Santiago Apóstol, los danzantes, el rodeo baile y mucho más.
Un taquito todo el año
Si se va de visita en otro mes, no hay por qué preocuparse, pues los fines de semana esta delicia de platillo se puede disfrutar en: Barbacoa Don Carmelo, Barbacoa de borrego Lucerito, Barbacoa La Quinta, Barbacoas Nava’s, Barbacoa Trejos y Tu Casa, entre otros.
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◖ Sólo los expertos saben que la prueba del alacrán es sumamente sencilla: al terminar tu primer vaso de pulque no te lo tomes todo, solo despegas el vaso de la mesa y lo lanzas rápidamente al suelo, entonces la estela del chorrito lanzado formará la figura del alacrán.
Con esto se dice que puede comprobarse el buen fermento de la bebida por su consistencia y espesor.
Visita Hacienda Amoltepec en cualquier época del año para conocer todo sobre la elaboración de la barbacoa y participar en la “prueba del alacrán”.
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◖ Almohadas, burras, morelianas, picaditas… ¿A qué te suena? Pues nada menos que a delicias salidas de los hornos tradicionales de Chignahuapan. Ah, pero hay un rey entre bandeja y bandeja: el aromático cuerno de higo.
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Todo Puebla cuenta con condiciones idóneas para el desarrollo del Ficus carica, comúnmente conocido como la higuera, y en el microcosmos de Chignahuapan, estas condiciones son aún más favorables. Gracias a ello, se elaboran ricos dulces y postres caseros, destacando los deliciosos cuernos salpicados de dulces trocitos de higo, que vale la pena comprar por docena.
También es posible encontrar el típico pan de queso que Chignahuapan comparte con Zacatlán. No olvides preguntar por el famoso “pan de cuelga,” que antiguamente se regalaba como símbolo de compromiso.
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◖ Esta es una verdadera “alerta solo para conocedores”. Al tener Chingnahuapan extensos y productivos campos de agave, con los cuales se producen pulque y mezcal, los chinicuiles son un regalo más de esta tierra. Se consumen de variadas y ricas formas, al comal, fritos, dentro de un mixiote o en salsa, que es la imperdible en esta región.
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Esta delicia va muy bien con tlacoyos de frijol o un taco de quelites. Pregunta por ella en las mesas de los restaurante más típicos como Antojitos Dona Chuy (en Paseo de la laguna), Rincón Mexicano Restaurante (en el centro), Restaurante El Veneno, Portal (frente al Parque bajo los Portales).
◖ El sello de la cocina poblana, una de las favoritas de todo el país, se hace presente a cada paso en este Pueblo Mágico. Entre los antojitos consentidos de todos los mexicanos están los tlacoyos (tlayoyos en otras partes de Puebla).
A los ojos de extranjeros pareciera que se saben y se ven iguales en todas partes, pero nada más alejado de la verdad, pues en cada rincón de México poseen un sabor distinto, pues este depende del tipo de maíz, la nixtamalización, la mano para “tortear” la masa y no se diga la sazón de los rellenos.
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El comal y la leña también son fundamentales. En Chignahuapan, alrededor de la plaza principal, se pueden saborear diversos platillos típicos y por supuesto no pueden faltar los tlacoyos. es posible comprarlos en el mercado o para llevar en las tortillerías que se encuentran entre sus calles.
Los tradicionales son los rellenos de alberjón y llevan salsa, cebolla picada y queso fresco. Una delicia.
Su significado
Su nombre proviene del náhuatl tlaoyo que significa “empanada de maíz desgranado”.
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◖ Pocos saben que Puebla cuenta con mezcal con Denominación de Origen. El Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) aprobó la inclusión de Puebla y 115 de sus municipios en la Denominación de Origen del Mezcal (DO) desde 2015.
El mezcal se ha producido en el estado desde tiempos coloniales, logrando producciones importantes a finales del siglo XIX y XX. En el estado hay alrededor de 70 productores de mezcal.
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Los pueblos indígenas, a través de la historia, nos han legado hermosas tradiciones, entre ellas, las bebidas. El mezcal es una de las más simbólicas y con más misticismo. En este Pueblo Mágico se le otorga gran poder al agave y se elabora con respeto y dedicación.
Los hay blancos de agave silvestre, tobalá, cupreata, salmeada y espadín, todos de elaboración 100 por ciento artesanal. De estos, surgen marcas que no debes perderte, como el Mezcal 9 Aguas y Mezcal La Mexicana.
¡Haz una cata en restaurantes de todo el Pueblo Mágico!
Para todo bien… Mezcal
Algunos de los municipios reconocidos en la producción del mezcal en el estado son: Acajete, Acatlán de Osorio, Acatzingo, Chiautla, Chigmecatitlan, Chignahuapan, Izúcar de Matamoros, Tehuacán, Tepemaxalco y Tepeojuma.
Una de las marcas consentidas y más carismáticas de mezcales es La Reina del Mezcal.
Fundada en 2018 por la familia Viñas Armas, con pensamientos y valores de empatía decidieron trasladar la cultura de este elíxir de dioses a todo el país y el mundo, empezando con nuestro Pueblo Mágico Chignahuapan.
Facebook: @lareinadelmezcal
◖ La elaboración de quesos en Chignahuapan es una técnica artesanal muy apreciada. Existe una gran variedad de quesos tradicionales en todo el estado de Puebla, y los producidos en este Pueblo Mágico destacan por su frescura y sabor, así como por sus ingredientes, técnicas y procesos..
En su mayoría se utiliza leche de vaca, aunque también se elaboran quesos de cabra. Se pueden encontrar frescos, semicurados, curados y viejos.
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Entre los preferidos de los locales, y que se ofrecen al visitante con orgullo, están el queso botanero, el gourmet y el queso azul. Este último se elabora con mohos del tipo Penicillium, que le confieren una textura y un sabor característicos. Los mohos, tanto exteriores como interiores, le otorgan un símbolo de calidad.
Estas delicias las podrás probar en los restaurantes de todo el Pueblo Mágico y en queserías como Saltilac, La Cabrita Gourmet, Quesos, Vinos y Licores “La Especial”, Cremería Yair, Casa Esmeralda (con una cava subterránea) para llevar a casa.
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◖ La región es rica en hongos (se ha llegado a distinguir hasta 30 especies) y se han practicado rituales con ellos, pero los comestibles tienen también mucho arraigo en la gastronomía popular y tradicional de Chignahuapan.
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Sobre la carretera a Chignahuapan encontrarás un sitio denominado El Paradero, donde venden guisos aromáticos y delicioso hechos con hongos. Ahí encontrarás “carnita de puerco con hongos”, “caldo de pollo con hongos”, “hongo con pancita”, quesadillas con diez variedades de hongos, tamales rellenos de hongos. También se elaboran salsas y moles con este saludable alimento que la tierra regala a México.
Además podrás llevar a casa cubetas de hongos, disponibles en temporada, que se ofrecen al lado de la carretera. Las “naranjitas” (Amanita caesarea) son de los más caros y apreciados, con un costo de 150 pesos. También pregunta por los pancita o cemita (Boletus edulis) a 90 pesos, así como por los hongos oreja blanca (Russula brevipes) y los corales (Ramaria spp.).
Para los mexicas, el santo patrono de los hongos era el dios Nanacatzin, la deidad prehispánica que los hacía brotar.
